Dos de las más polémica declaraciones hechas por el candidato republicano Donald Trump a la presidencia del país –de incitar a atentar contra su contrincante demócrata Hillary Clinton y aplicar un severo examen a los extranjeros para poder ingresar a los Estados Unidos-, confirman que el magnate es “un verdadero peligro para la seguridad nacional”
Los más altos dirigentes del Partido Republicano están más que divididos y muy preocupados por la política del miedo implementada por Trump desde que inició su campaña política como aspirante a la Casa Blanca.
Además, esta grave crisis por la que vienen atravesando los republicanos puede verse cada día más palpable, aunque sus líderes intenten ocultarla, ya que seguimos viendo que más de sus importantes dirigentes continúan abandonando ese partido.
Donald Trump refleja el grado de ignorancia y desconocimiento que tiene sobre estos temas, por lo que se ha convertido en un verdadero peligro para la seguridad de los Estados Unidos. Nunca un candidato a la presidencia del país había hecho un llamado a la violencia y mucho menos de atentar contra su rival político, al sugerir que alguien debería de atacar a Hillary Clinton por estar a favor de que se restringa la venta de armas.
Con la salida de otros altos dirigentes del Partido Republicano, uno de los cuales expresó que correría como candidato independiente en el proceso electoral presidencial del 8 de noviembre del 2016. Nadie puede ocultar la severa crisis que enfrentan los republicanos por causa de las declaraciones y acciones virulentas del controversial candidato de ese partido, Donald Trump.
Tratar de aplicar un severo y riguroso examen a los migrantes para poder ingresar a los Estados Unidos, es un atentado contra las garantías individuales que vienen plasmadas en nuestra propia Constitución, lo que sin duda refleja la ignorancia que tiene Trumpo sobre nuestra Carta Magna y la falta de conocimiento de los tratados migratorios con otras naciones.
Sin duda alguna una amplia participación del electorado latino a favor de Hillary Clinton en los comicios presidenciales de noviembre decidirá que Estados Unidos tendrá a la primera mujer presidenta en su historia.
También podremos recobrar el Senado federal y las gubernaturas que estarán en juego en esas mismas elecciones del 8 de noviembre del 2016.
