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Néstor Esquerre Medrano: Pionero del fútbol histórico en Dallas y un forjador de historias convertidas en leyenda

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Abogada Margaret Donelly

Por Aldo Ernesto Barbosa, Periodista Colombiano

Dallas, Texas. USA. – Néstor Esquerre renunció a la presidencia de la Copa Legendarios en 2004, pero su legado se mantiene vivo, latente y repleto de añoranzas. Muchos quisieron ocupar su posición, pretendiendo ganar protagonismo, pero sucumbieron ante una labor que exige devoción por el fútbol, lealtad, amor por la verdad y desprendimiento; ingredientes que pocos seres humanos poseen o están dispuestos a entregar.

Nacido en Perú, librado a pulso en la otrora Venezuela, lleva el fútbol en las venas, es honesto, transparente, emprendedor y obsesivo por preservar lo que ama. La redonda emoción por el gol y la tribuna son para Néstor Esquerre un talismán del que nunca se despojara.

Asumió como presidente de la Escuela Mineritos de Guayana en 1994 y desde allí forjó una de las más reconocidas canteras del fútbol venezolano, Gracias a esta gestión se ganó el derecho a participar en la prestigiosa Copa Dallas. Lo que nunca imaginó este gendarme del fútbol, es que precisamente este certamen, lo empujaría hacia el Norte de Texas y con el comenzaría un nuevo capítulo en la dimensión del fútbol internacional.

Aquí en la ciudad de Dallas, fundó La Copa Legendarios en 1996, un torneo que reunía a los históricos del fútbol mundial, por aquí desfilaron entre otros, los peruanos: Chumpitaz, Balán Gonzáles y Percy Olivarez; Los colombianos Valderrama, Rincón, Pareja y Cabrera; Los Brasileños Careca, Zequinha y Sampaio; los Argentinos Diego Sonora y Maradona; los mexicanos Negrete y el travieso Guzmán, El salvadoreño Pelé Zapata y el nigeriano Ben Hiroha.

Néstor Esquerre con Héctor Chumpitaz, histórico de la selección peruana de fútbol.

Esquerre Medrano, es una insignia dentro de la dirigencia deportiva del Norte de Texas, Muchos de sus colegas lo catalogan como uno de los íconos, gracias a sus más de 30 años de experiencia en la promoción del fútbol latinoamericano y mundial.

En su país natal, siendo un adolescente se inició como futbolista semiprofesional y en Venezuela se consolidó como dirigente deportivo. En Ciudad Guayana pasó de los escenarios de competencia a la formación de los nuevos valores del fútbol y a cultivar la memoria de las grandes leyendas. Entre el 25 de abril y el 5 de mayo de 1990, nació bajo su liderazgo La Primera Copa Legendarios del Fútbol.

En Perú Nacieron sus dos primeros hijos Gina y Julio; En Venezuela Juan y Javier, y en Estados Unidos sus nietos: Viviana, Jesús, Alexis, Angelina, Sofia y Rosangelie.

“No fue una tarea fácil llevar el fútbol a un país en donde se respiraba Béisbol; sin embargo, fue cautivante encontrar en esta zona a legiones inmensas de: españoles, colombianos, portugueses, peruanos, argentinos, chilenos, uruguayos y brasileños; que con solo ver rodar una pelota y disfrutarla, ya éramos felices”, dice con marcada emoción este inmigrante que no olvida sus orígenes y por siempre estará influenciado por el fútbol.

Foto familiar en Dallas de Néstor Esquerre.

Numerosas crónicas y relatos de sus comienzos resumen el molde de un hombre que transformó la simple práctica del fútbol en el ejercicio de una tarea transformadora como dirigente deportivo. Una impronta que lo convirtió en el “decano” sinónimo de credibilidad y criterio.

Quiso ser un nómada y viajero, su intención de llevar el legado mas allá de las fronteras, estuvieron antepuestas a la zona de confort para así cumplir con el objetivo de ser reconocido en el ámbito internacional.

Néstor Esquerre siempre prefirió ser un pionero a una celebridad. Razón suficiente para reconocerlo hoy a sus 70 años como uno de los más grandes.

La exaltación es hoy para este hombre simple, valiente, generoso, discreto y repleto de amor por sus semejantes. Un hombre que comparte con todos los que hoy nos reunimos el mismo amor por la pelota, por esta religión de redondas emociones llamada fútbol.

Un gran pensador lo dijo un día. ¡Los homenajes y los reconocimientos siempre se deben dar en vida …hermano siempre en vida! Escrito por Aldo Ernesto Barbosa, Periodista Colombiano.

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