Domingo García Presidente Nacional de LULAC entro a la planta de empaque de Tyson, para observar las instalaciones donde se procesa la carne en Arkansas y ver las condiciones de los trabajadores.
Washington, D.C. La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) anunció hoy (viernes 17 de julio del 2020) que se cumplió la primera ronda de conversaciones cara a cara con Tyson Foods y completó un recorrido por las instalaciones de la compañía en Springdale, Arkansas, para ver qué pasos se estaban dando para proteger la seguridad de los trabajadores en medio de la pandemia de COVID-19.
“El enemigo aquí es el coronavirus” dijo Domingo García, Presidente Nacional de LULAC. “Entonces, viajamos a la sede de TYSON Foods para dejar en claro a la compañía que nada es más importante para LULAC que la seguridad de los trabajadores. Luego, nosotros mismos fuimos a una de sus plantas más grandes del país para observar de primera mano y hablar con los empleados para averiguar qué está haciendo la compañía para combatir el virus que está infectando a Juan y María, los trabajadores esenciales de nuestra nación en la industria del envasado de carne” agregó García.
Se le pidió a LULAC que recorriera la planta de Berry Street para ver la inversión que dice Tyson ha realizado para crear un ambiente de trabajo más seguro para sus empleados, así como los esfuerzos adicionales en curso para proteger aún más la salud y la seguridad de sus trabajadores.
El equipo de LULAC se reunió con Noel White, Presidente CEO de Tyson Foods, quien revisó las acciones operativas específicas tomadas por la compañía cuando COVID-19 comenzó a extenderse por los Estados Unidos. LULAC también se enteró de otros cambios realizados en respuesta a la afluencia de nueva información sobre el virus. García habló con White sobre una serie de demandas de la comunidad centradas en cinco áreas de preocupación como son: pruebas gratuitas periódicas de COVID-19 para todos los trabajadores, equipo de protección personal completo, ajustes de la velocidad de la línea de trabajo, compensación para los trabajadores infectados que reciben atención y asistencia a las familias que han perdido seres queridos por el coronavirus.
Después de evaluar los protocolos de seguridad preexistentes, LULAC reconoció esos esfuerzos y acordó con Tyson continuar el diálogo en el futuro a medida que se avance más. Algunas de esas normas actuales se alinean estrechamente con las demandas de la comunidad descritas por García, que incluyen controles al ingresar a la planta, controles de temperatura para los empleados, señalización en el idioma español e inglés, una política de máscara obligatoria, ubicaciones de marcadores de distancia social, limpieza dedicada para áreas comunes y manos -estaciones libres de agua y desinfectante.
Tyson describió a LULAC los esfuerzos continuos de la compañía para hacer que sus plantas sean más seguras en todo el país. Algunos de estos esfuerzos incluyen pruebas en el sitio de trabajo de COVID-19, seguimiento de contactos y asistencia médica, investigación y desarrollo de máscaras ventiladas superiores, más de $100 millones en bonificación, alivio del hambre e infraestructura en las plantas de Tyson y cooperación con agencias de salud locales que permiten a Tyson ir más allá de los procedimientos recomendados por los CDC y OSHA.
“La prioridad número uno de LULAC es tomar todas las medidas que podamos para proteger a decenas de miles de trabajadores en la mayor medida posible con lo que sabemos sobre el virus”, reitero García. “Lo que hemos visto confirma que Tyson está haciendo cambios e inversiones importantes para mejorar la seguridad de los trabajadores y el suministro de alimentos de Estados Unidos. LULAC trabajará con TYSON Foods y otras compañías procesadoras de carne que están tomando todas las medidas posibles para proteger a sus empleados. Nuestro objetivo conjunto debe ser ayudar a salvar a tantas personas como sea posible de COVID-19. Vamos a hacer lo que LULAC ha hecho durante 91 años: hacer el trabajo correcto”.
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